El Barça y la literatura se unen cuando llega Sant Jordi. Este año, el maestro de la metodología Paco Seirul·lo ha plasmado el ADN azulgrana en un libro. Ángel Iturriaga y Fermín Suárez nos ilustran sobre El estilo Barça a lo largo de las décadas. Y días después de perder en Chamartín, gracias a Frederic Porta y Manuel Tomàs, podemos repasar la historia de los Barcelona - Madrid en El Clásico.  

A partir de Lu Martín podemos cerrar los ojos y evocar tiempos mejores con Cuando fuimos eternos, un relato del mejor Barça de la historia. Ferran Correas y Ricardo Cavolo nos dan un paseo por los 100 jugadores de leyenda, ahora que sabemos que el Nou Camp Nou pondrá nombres de ilustres figuras del barcelonismo en sus puertas.

En pleno conflicto con Nike, Roger Cruz nos presenta su museo de zamarras culés en Més que una samarreta y el periodista de la BBC Guillem Balagué ha conversado con distintos portadores del brazalete catalán en Los capitanes del Barça.

También han salido a la luz obras de algunos representantes del club como Aitana Bonmatí (la reedición de Totes unides fem força), el capitán del fútbol sala, Sergio Lozano (Goles y cicatrices) o el adjunto a la secretaría técnica, Bojan Krkic (Controlar lo incontrolable). O Ronald Araujo, que apadrina los Relatos Solidarios del Deporte. Debemos considerar la literatura en clave azulgrana como patrimonio del club, necesaria para conocer y entender el pasado y así, interpretar el presente de un club ininteligible.

Hace unas semanas, conversando con Ramon Besa en Montjuïc, le pregunté por su opinión sobre la imagen que se desprendía de Núñez a partir del documental efectuado por 3cat.

Para rememorar esa época del barcelonismo me recomendó (y prestó) el libro Un Barça triomfant? Antología de una incongruencia De Morera Falcó, un periodista del Correo Catalán contrario al régimen nuñista. El título del libro se cuestionaba el lema de campaña electoral del presidente, que le acompañaría durante sus primeros años de mandato, igual que el “Ganas de volver a veros” y la lona acompaña el relato del Barça de Laporta.

Leyendo el interesante libro de Morera Falcó reparé en que la historia del Barça es circular y a menudo se repite. Cambian las formas pero no el fondo. Los problemas, las soluciones y las guerras que alberga el barcelonismo se reproducen como esporas, adaptándose y moldeándose a los tiempos que nos toca vivir.

Escudriñando el libro de Morera Falcó noto que una de las grandes preocupaciones en el año 77 era la baja participación de la Asamblea. El libro detalla que ese año solo participaron 353 compromisarios de 1.300 convocados. Un debate idéntico se produjo en el último cónclave culer que se celebró en 2023, cuando, incluso, hubo iniciativas “populares” de socios partidarios de suprimir la asamblea telemática y volver al modelo presencial.

Aseguraba Falcó que “el nuñismo está consiguiendo que el fantasma de la indiferencia se lleve poco a poco al Barcelona”, una frase que se mantiene vigente casi 50 años después. Con el socio aletargado y solo 17.000 abonados en Montjuïc, la crisis del club habría provocado la aparición de pañuelos en un Barça efervescente.

En el capítulo de las relaciones con la prensa, Falcó detalla cómo Núñez y Gaspart montaron el Equipo 10, precuela del SPORT, para difundir el mensaje que a ellos les interesaba. En contraposición, señalaba a la “prensa canallesca” como enemigos del barcelonismo y culpables de muchos de los males del Barcelona. Lo mismo hizo Laporta con el caso Negreira. La comunicación del club sigue gestionándose de la misma forma, diferenciando entre la prensa catalana y la prensa con sede central en Madrid. Por cierto, en el año 77 ya se hace referencia a licores regalados a los árbitros antes de un partido contra el Ipswich Town.

En el aspecto deportivo, Morera Falcó hace referencia a la estratagema que seguía el Barcelona con los fichajes, como por ejemplo, el de Maradona. La junta culé depositaba su confianza para realizar las operaciones en un agente de futbolistas, Josep Maria Minguella, que se encargaba de cerrar los fichajes para el club. El lugar de Minguella ahora lo ocupan Jorge Mendes y Pini Zahavi.

También retrata cómo el Barça dejó pasar la opción de fichar a Maradona cuando era un niño, por una cantidad muy inferior a lo que acabó pagando. Lo mismo que pasó en su momento con Erling Haaland, de quien alguien decidió que no tenía “ADN Barça”. También los vaivenes en los banquillos son constantes en can Barça: con Van Gaal, Cruyff, Terry Venables o ahora con Xavi Hernández.

La conclusión que saco al leer el libro es que la historia es cíclica y que las preocupaciones del barcelonismo son las mismas de siempre: Si el balón entra, la vida sigue. Es en momentos como los de ahora cuando afloran los problemas, los mismos de hace 50 años. En esto, también sale siempre el 36.